lunes, 29 de agosto de 2005

Hoy Lunes (Parte III)

La Licenciada Silvia checó las listas y resulta que yo estaba anotado con lápiz en las listas del A, como si fuera de esos a los que se les dan los lugares que sobran. Entre muchas otras cosas argumentó que eso se debía a que alguien había hecho una "movida" para que quedara ahí, como si recibiera palanca pero para quedar en administración, pues era la única causa razonable, pero, ¿quién, si yo entré ahí por computación?, ¿quién pudo haber intercedido dándome una antiayuda para que quedara en una especialidad en la que no estaba predispuesto?

Creo que fue por irregularidades de fecha: creí que me había llevado Español en la secundaria pero resultó que no, entonces fui por mi certificado algo tarde, por lo que se retrasó mi inscripción, luego un dato erróneo en el recibo de contraloría que llevé a presentar, otro en el grupo en el que había quedado (F (¡nada que ver!)). Y otros pormenores.

-No, tu grupo es el A y ahí es donde deberías estar. Voy a intentar hablar con el director para ver si te permite la entrada.

A ella le había comentado lo de mis amigos de la primaria que viven en mi colonia, que nos veníamos en taxi, mi vida social en el E y que era jefe de grupo, argumento que le di a todo al que me dirigía. Por su puesto, todo eso con mi abogada.

Silvia nunca habló con el Director.

Habíamos quedado en que me tenía que incorporar a los salones del A. Salí de Control Escolar y cuando llegué al aula 13 que es donde residen los del grupo A faltaban unos 5 minutos para que entraran. Me tardé 10 minutos en hacerme la idea hasta que decidí mejor entrar en el E.

Ya en el E me sentía algo más nervioso y sólo me hallaba escudado con el débil argumento "Es que tenía una exposición en LEOE (Español)". Si lograba encontrar a alguien que quisiera pasarse a Administración por mí, pues qué bien, pero, seamos sinceros, el 90% de los jóvenes se sienten más atraídos por la computación por la idea que tienen de aprender a manejar los programas y usar el Internet para chatear; y el 99.5% de los de computación de encontraban a gusto donde estaban (digo 99.5% porque puede ser que el brazo o el pie de alguno no estuviera de acuerdo). Además, las personas que dudosamente querrían cambiarse a computación ya tenían hecha, a estas alturas, la idea de que iban a laborar en compu.

Le pregunté a un compañero: "Oye, ¿tú elegiste computación cuando hiciste el examen de admisión?".

"No, Darío, yo quería Administración y daría lo que fuera por cambiarme a esa especialidad. Tengo una idea: vallamos a Control Escolar a que me cambien a mí y tú te quedes en el E. Yo quedé en computación porque no había de otra, pero si por mi fuera me cambiara al A de Administración".

¡Plim!, ¡pafff!, ¡ppuuuuffff!

-Sí, wue, yo elegí computación.

¡No, no, no y No! A este paso ya estuvo que no quedé en computación. Tenía que hacer algo y sólo se me ocurrían a la mente dos cosas: o buscar por fuerza bruta a quien quisiera cambiarse a Admon ó coger a un pendejo para mandarlo allá. La primera es simplemente infactible, y la segunda: pues pendejos si consigo, pero esos weyes generalmente son muy inseguros ante ofertas como ésta y dan respuestas como "No, aquí estoy bien" aunque ni sepan usar Paint.

Tenía que hacer algo y rápido. Dijo la Licenciada que tenía entre hoy y mañana, pero tanto ella como yo sabíamos que lo que ella quería decir era "Hoy, y eso si tienes suerte. Vete al A y púdrete en Administración".

Tenía todo este día. Estaba en el salón 1 sabiendo que mi hogar es en el 13, con Carolina.

Una chispa de idea iluminó mi cabeza: ¡claro! Recordé que existe una técnica para forzar a casi cualquier autoridad superior a tomar una decisión que nos beneficie y funciona en un gran porcentaje de los casos: ¡El método griego!

Tomé una libreta y en una hoja anoté: ¿Estás de acuerdo en que el Alumno Darío Alafita Pérez quede permanentemente en el grupo "E"? y fui con el sujeto al que le pregunté si le gustaba computación. Le di una breve reseña de mi bronca y riéndome le dije que firmara: "Debo estar loco para hacer esta estupidez", comenté en voz alta. Y en efecto, fuera de este asunto, yo estoy loco (ver Alafrases).

Me firmó.

Ahora viene lo difícil: ir de chiquillo en chiquillo y de chiquilla en chiquilla (Me trauma el presichente), lo conociera o no, me llevara o no, a pedirle una limosnita, es decir, una firmita.

Llegaron los amigos que tengo en el Naranjito, que ya sabían de mi problema:

-Por fin, ¿te quedaste en el E? -preguntó una chava.

-Ehhmm... ¡firma aquí! -sonrreí tontamente.

Ella lo leyó y se rio... se rio pero firmó; luego otra amiga que también vive en el Naranjito y que venía con ellos firmó también, añadiendo:

-Hmmm. Ven, acompáñame -Mis miserables dos firmas le dieron una lástima y una pena que se le ocurrió una idea.

Entramos al salón, dejó su mochila (aun no había llegado la maestra, de quien hablaré más al rato) y ante la cátedra del maestro recitó:

-¡A ver, a ver! ¡Cállense todos! ¡Sucede que el compañero Darío -no me esperaba eso, comencé a sentir vergüenza- lo quieren pasar al A y le pidieron unas firmas del grupo para que se quede aquí! -¡hey, espera, a mí nadie me pidió nada!, ahh, es verdad, sólo estoy pensando. Callé.

Se oyó un escándalo y algunas voces que babeaban "¿cómo?" y otras que proferían "yo voy a votar para que se valla". En fin, se armó un escándalo y me sentí, pues, muy bien al ver que las mujeres se amotinaron rápidamente a poner "Sí + nombre + firma", luego siguieron algunos hombres y se alcanzaron las 49 firmas de 50 alumnos que habían, ¡y falté yo por votar!, ¡uy!, qué bien me fue.

Vi cosas como "por favor, señor director, queremos que el joven Darío se quede en el 1E. gracias", "si porque es el jefe de grupo(no es cierto)", o "si porque es nuestro jefe", "si porque es buena onda y es el jefe de grupo Roberto Alej...", "si porque nada más si", "queremos que Darío se quede, y "no queremos que se valla por favor".

Si alguno de mis compañeros le entra la jiribilla de los hackers a los 16 años y lee este blog, muchas gracias si es que firmó, sino espero que lo engulla una boa de Texas.

Tenía planeado llevar eso a la hora del receso, pues la maestra de LEOE (Español) ya había llegado.

Continuará...

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