sábado, 15 de agosto de 2009

Taratis

Tenía planes de ponerme a hacer algo en mi casa, lo que fuera, comencé por ir a guardar mis zapatos en la parte de abajo del tocador de mi cuarto (no estoy seguro de lo que esto pueda significar en otros lugares, pero un tocador no es un baño, sino una cosa de madera grande con su mini ropero, cajas y un espejo).

Eché los zapatos en la parte de abajo y veo que salta una tarántula en la lateral del tocador.

La verdad me cagué del miedo, porque no es una tarántula como las que solía ver. En situaciones normales veo tarántulas que son como arañas grandes y velludas con la bola más grande de color cobrizo, como esta:



Y generalmente eran chicas, les tenía poco o nada de miedo.

De hecho una vez estaba cagando en el baño, vulnerable y tranquilo cuando veo que por debajo de la puerta se va colando una araña. Siempre he sido yo en la familia quien se da cuenta de la presencia de esos bichos rastreros, siempre soy yo el que los ve antes, sea porque me levanté en la madrugada al baño, porque me quedé hasta muy noche, porque fui por un vaso de agua mientras estaban todos viendo tele, siempre soy yo quien se tropieza con todas las tarántulas, arañas y alacranes, así que aunque primero me asustaba, con el tiempo me fui acostumbrando.

Aquella vez que me sorprendió en el baño mi reacción de impacto duró poco menos de un segundo, luego tomé la calma total, llamé a mi madre, y es que como era en mi pequeño bajño, cualquier cosa que hiciera mal, como no darle UN golpe mortal a la tarántula, bastaba para que ésta se alocara y comenzara a correr y, peor aún, treparse en donde pudiera. Mi madre vino, le dije lo de la visita sorpresa y le dije que la iba a sacar, que la estuviera esperando afuera, así que con un machete grande que hay en el baño la ahuyenté hacia afuera y mi madre me confirmó que la pudo matar; después de esto terminé normal y salí.

Pero la de ahora fue distinta, no era como las otras tarántulas negras y de patas medias flacuchas que había visto y que seguramente podría cazar sin temor, esta era más grande y con el maldito lomo de color amarillo; fueron solo un par de segundos que la vi, ....


DIOS!!!

ESTA EN FRENTE, MALDICION QUE ASCO, ESPERO QUE NO HUELA EL MIEDO, NO PUEDE SER... ESTOY SEGURO DE QUE NO ESTAVBA AHÍ ANTES, QUÉ ASCO!!!

Antes escribía de forma versátil, ahora apenas y acerco los dedos al teclado, sería bueno tener una maldita cámara, y de hecho, no puede ser que siga escribiendo cuando tendría que matarla.

¿Ven de lo que hablaba cuando decía que siempre me toca verlas!

Me están temblado las manos y un poco los pies, es repugnante, y sobre todo asqueroso, bueno luego sigo tengo que hacer lo mío...


Como 1 hora después...


Ya ha pasado más de 1 hora desde que todo terminó, y he de decir que tal vez por la falta de luz y el contraste que había en mi cuarto no la pude ver bien, pero ahora puedo decir con lucidez cómo era:

Primero, no fue el pánico lo que me hizo aumentar su tamaño, porque en efecto era más grande que las que acostumbro ver, y su lomo no era amarillo (aunque a pesar de que ya pasó todo sí recuerdo haber visto la melena del color del sol sobre ella), era de un color parecido al rosado. Imagiaos: el fondo de ella era negro, por su piel o lo que fuera que cubría a esa criatura, y estaba recubierta de una vellositad entre cobrizo y rosado. Pasamos de su lomo a la bola que traen las demás arañas y tarántulas atrás, esa sí era como cualquier otra, colo cobrizo fuerte y con una tonalidad algo amarilla.

Lo que me sorprende no haber notado antes entre mi terror fueron sus patas... ellas no eran completamente negras y velludas, no, no, además de sus características patas negras, de las "rodillas" hasta la punta las recubría un manto de pelo gris claro, que además era escalofriantemente abrigador.

Pensaba dibujarla en paint para dar una idea pero encontré una foto en Google muy precisa, creo que fue ese espécimen el que confronté..



Sin embargo puedo notar algunas diferencias: primero, el lomo gris, en esta no tiene el toque rosado que describí, segundo, esta está demasiado gorda y eso la hace verse muy redonda, la otra tenía una forma más robusta, tercero, no recuerdo si los colmillos fueran así, supongo que no los vi bien. Quiero creer que las dos extremidades de en frente son dos patitas suyas, ya que los colmillos de los que yo hablo son más chicos. Conté 10 patas (aunque ese fue el tercer conteo, también conté 11 y luego otro número más bajo). Otra cosa, la comparación con el pie está un poco pasada (solo un poco), y es que como dije, esa araña se ve hecha una bola con 2 patas enroscadas, la otra no era tan gorda y sus patas se extendían más para caminar, creo que es todo. Midiéndola con respecto a mi pié, solo hay que achicarla un par de centímetros más para que se adecue.

Acabo de encontrar en Internet una foto del mismo modelo de escritorio en el que tengo la Pc, la edité y marqué el punto en el que repentinamente volteé y me topé con nuestro amigo:



Antes de matarla o planear algo me quedé admirándola, era asquerosa, repugnante, pero también temible y bien macabra verla escondida, yo sentado y sin saber que podía estar colgando por arriba de mis piernas. Le eché un insecticida del fuerte pero no le hizo nada, solo pude ver cómo le caía la brisa refrescante en la cara y dejaba mojado todo lo que estaba cerca. La tarántula ni siquiera se movió.

Estaba con un machete en la mano pensando cómo atacar, porque si el golpe no era deathblow como dije hace rato, el animal iba a comenzar a correr a otro lado, y si la mataba iba a dejar una batición asquerosa en la compu. Pensé y pensé unos 3 largos minutos hasta que vi cómo siniestramente comenzaba a mover sus patas para cambiar de lugar, fue entonces cuando no pude evitar exclamar en voz alta:

-Oh, God!... ohh, my God!

Y las patas se extendían y se movían tocando levemente con sus puntas el suelo:

-OOHHHH... GOD!!!!!!

Mi cara de asco era imposible de ocultar, mis expresiones eran fuertes como asquerosas, durante todo el tiempo de la pelea (y cuando la vi inicialmente) solo profería exclamaciones en inglés, y todas eran del tipo y acento de alguien a quien le acaban de mutilar su pierna y se ve a si mismo tirado y con la extremidad amputada.

"Oh God!" era la más recurrente, pero no se quedaban atrás Oh my God!, Holy shit!, Fucking bitch!, Oh Shit!, God damn it! y ¡Dios NO!

Hablando con coraje y sosteniendo mi machete con la misma intensidad que mis exclamaciones y maldiciones miraba a ese monstruo moviéndose dulce y fríamente hacia adentro. En la foto no parece haber mucho espacio para admirar todo eso pero es que ahí tienen el CPU abajo del monitor, y como mi CPU y monitor son un poco más antiguos (parece fabricación del 2002-2003) tengo la cajota del CPU en la parte inferior izquierda y la televisión ahí, dejando espacio para una bocina en cada lado y para ver claramente a ese animal escondido.

Aunque me dieron todos los sentimientos que ya he descrito muchas veces en este post, hubo una fracción de segundo en el que me sentí alegre y satisfecho, pues tenía en mi vista a la criatura, cosa que en mi mundo equivale a su fin.

Vi que se movió un poco, luego comenzó a caminar con toda la tranquilidad del mundo hacia las gavetas que están en la parte de abajo del teclado; yo seguía alardeando en voz alta todas las imprecaciones que listé hace rato, en orden y cantidad aleatorias, al ver con terror pero admiración cada músculo de la bestia moviéndose.

Cayó en el cajón derecho, como era de esperarse, yo ya no estaba en el teclado, sino que la veía desde un lugar más lejano y seguro para mí y mi miedo. Vi cómo lentamente pasó de una gaveta a otra, mientras volteaba abajo del teclado para ver si no huía por otro lugar.

De la gaveta izquierda volvió a pasar lentamente hacia la derecha; no sé si fueron un par de minutos o 5 en lo que ocurrió todo eso, el tiempo pasó a tercer plano y la escena a primer plano (creo que en segundo no había nada, o si acaso una lluvia de pensamientos que tuve). Estando nuevamente en el compartimiento derecho la perdí de vista y me asomé por abajo del teclado.

No estaba equivocado, la tarántula estaba abandonando las gavetas, vi cómo sus patas iban saliendo de ahí hacia el exterior, luego su cuerpo y después, sencillamente se dejó caer al suelo. Fue estremecedor: ¡hizo ruido!, de dejó caer y escuché un ligero sonido seco de cuando una plasta cae en el piso. El tiempo se congeló y durante ese segundo en el que cayó y se incorporó en sus patas otra vez, habré reproducido la escena de verla caer como un bulto al piso unas 5 veces, recordando en todas ese sonido de bosta pequeña =S

Fue rápido físicamente pero estaba tan en mis sentidos que la escena fue vista a todo detalle.

Después de que se paró completamente y se puso en marcha sin trastabillar rumbo abajo de uno de mis libreros para esconderse, supe que era mi único momento para actuar. Y con machete en puño y la boca destilando satanidades como si me estuvieran matando, alcé mi arma y solté un "espadazo" ;-) al animal. No fue un Deathblow como debía ser y ocurrió lo que ocurre cuando alguien no mata a alguna alimaña como debe ser: el animal empezó a moverse rápido a su lugar de huida. Sin embargo sí logré darle por la mitad del cuerpo porque su movimiento se tornó breko y torpe, pero veloz aún. Se metió en la parte de abajo de mi librero, y como esa parte no es tan estrecha pude ver al animal pegado a la pared, preparé el machete y lo lancé de nuevo. Ahora también vociferaba maldiciones en español, inglés, diálogos de un carnicero de gente y toda clase de rituales endemoniados que seguro espantaron a cualquier demonio que habitara en la pieza.

La tarántula iba a huir al otro librero, lo cuál era peligroso porque estaba pegado al vértice de las paredes y si subía por detrás de los libros iba a ser todo un reto sacar los libros y matarla ahí atrás.

Pero logré detenerla lanzándole machetazos. Y está bien que tuviera mucho miedo, sin embargo aprendí a mantenerme lúcido en ese tipo de situaciones, y si mis machetazos fallaron no fue por pánico, sino por mi pésima puntería =(

, y es que solo le podía pegar con la punta por el lugar en el que estaba; aún así logró pasarse al otro anaquel, ya más golpeada y debilitada. Cuando se vio en la esquina entre las 2 paredes comenzó a subir:

-¡Sí, sí... No, NO..!

De prisa usé la punta del machete para bajarla, la mitad de su cuerpo ya estaba peligrosamente arriba y fuera de vista, oculta tras el anaquel y los libros. Como pude logré bajarla de nuevo hasta el suelo, de ahí lancé saetazos para regresarla. Pero ella ya estaba muy débil y le costaba trabajo moverse, aproveché eso para arrojar una lluvia de golpes y puntazos con el machete hasta que sencillamente no se movió... por cansancio, pues aún tenía la barra de vida al máximo =D

Como la vi de patas encogidas la traje hacia mí con mi arma:

-¡Sí, sí, ven aca! ¡Eres mía... MÍA!

Con la puntita la arrastré hasta el centro del compartimiento donde está mi computadora y los libros.

-¡Eres MÍIIIA! -estaba loco.

La dejé en el centro, me paré algo cansado pero sin bajar la guardia y la admiré, moviendo descontroladamente sus patas sin moverse, cada vez más lento. La machuqué con la punta del machete y vi que se empezó a retorcer, todas sus patas se movían como las de un cangrejo clavado en un palo.

No, no sentía compasión. Suelo ser compasivo en estos casos, pero esa criatura no me inspiraba ni una pizca de lástima, sino escalofríos.

Después de eso me quedé admirándola, ya tenía una pata arrancada y tirada a unos centímetros de ella, intentaba mover sus patas, cosa que apenas conseguía. La observé sin hacer nada, solo mirándola fijo, centrándome en ella, viendo sus movimientos, acercando y alejando mi vista, usaba el machete como bastón para apoyarme en el suelo. No había desayunado y me encontraba débil. Después de bañarme fui a escuchar un par de canciones y luego me disponía a guardar mis zapatos para buscar algo para desayunar y continuar mi día pero me topé con esa alimaña.

Me habré pasado un buen rato viéndola, unos 10 minutos o hasta un cuarto de hora hasta que decidí que era tiempo de deshacerme del cuerpo. Fui por una pala, por un pedazo de pala, pues solo quedaba la boquilla, el palo se había roto. La recogí arrastrándola con el machete hasta la superficie de la pala y con mucha lentitud y tranquilidad salí de mi casa, llevando mi presa frente a mí, me senté en el patio de en frente a admirarla otro rato, con más luz, luz del medio día; antes de sentarme en la silla di un vistazo al patio y una inspección completa a la misma porque quedé algo acomplejado. Tomé haciendo y sosteniendo la pala vi a la tarántula; hice un conteo con más calma y fue ahí cuando conté las 10 patas, al estar agonizando (no se movía pero por pequeños pulsos en sus patas pude darme cuenta que seguía con vida) se había encogido mucho, sus patas estaban enroscadas, su torso lucía más chico y la bola de atrás lucía muy desinflada. La observé unos 5 minutos y con la misma calma con que la saqué a ese patio, con esa misma tranquilidad heroica paré para abrir mi portón:

-Fuiste un digno rival, tengo que admitirlo.

Abrí el portón y crucé la calle para arrojarla al otro lado.

Para quienes no sepan, del otro lado de la calle de mi casa no hay casas, hay monte, un pequeño barranco poblado de árboles y algo de pasto, hierbas y maleza más al fondo.

Volví con la pala y entré a la casa.

Lo siguiente fue recuperarme de la crisis (cosa que hasta ahora, 4:40 pm, no he logrado). Apagué luces, ordené algunas cosas, lavé una jerga y limpié el lugar donde había restos de químicos de ese animal, y de paso otras manchas que estaban cerca.

A cada lugar donde iba, silla o mueble donde tomara haciendo, cosa que agarrara o materia a la que me acercara, la inspeccionaba rigurosamente para evitar cualquier "sorpresa"; ¡no saben la cantidad de cosas con forma de tarántula que habré visto en este tiempo! Tan solo cuando inicié la búsqueda me di un cagazo con una tira de tela de mi camisa cortada con tijeras que sobresalía de mi hombro derecho.


Desde que era niño, tanto mi madre como mi padre nos han inculcado a mí y a mi hermana que por más que uno de estos bichos rastreros estén atemorizándonos, por nada del mundo debemos perderlos de vista, está bien que les tengamos miedo, pero si dejamos que se pierdan ocultándose entre algún mueble luego será difícil sino es que imposible buscarlos, y luego podrían aparecer en el peor de los lugares y en el peor de los momentos... ¡hay que matarlos!

Ellos siempre hacían eso y yo con el tiempo aprendí también a adquirir esa actitud. Antes le llamaba a mis padres rápido pero sin perder de vista al animal y el rumbo al que iba, hasta hace poco a las tarántulas y alacranes (e incluso las cucarachas) los mataba también así, sin perderlos de vista buscaba rápido algún zapato para acabarlos, cada vez con menos miedo que la vez anterior, pero esta vez fue distinto, la tarántula me infundió tanto terror que no me animé a seguirla y en su lugar comencé a maldecir y a sentir tarántulas por los lados y por atrás acechando. Error mío, aunque aún sostengo que fue espeluznante. Pero el mismo consejo le doy a quien lo lea: da igual si te asusta como nada en el mundo o no, no lo debes perder de vista porque estás propiciando a que se oculte en un lugar cálido, y si es un animal preñado será peor. De hecho esa tarántula se veía algo vieja y tengo bastante miedo de que haya dejado crías en alguna parte de mi cuarto.


Una vez encontré (yo como siempre) a una araña en el patio de en frente de mi casa, no era una tarántula pero sí una araña grande y gruesa, de patas largas además, un poco gorda (miserable yo, que no sabía por qué estaba así), la aplasté con un zapato y para mi terror vi como un puñado de arañitas comenzaba a regarse por todo el patio. Desesperadamente maté a todas las que pude pero pude ver cómo otras poquitas se escabullieron por macetas y escondrijos. Poco tiempo después vi otra araña como la había matado, ya crecida, había pasado algún tiempo así que me tomó unos cuántos segundos recordar la araña que había matado tiempo atrás, que era muy parecida, y asumir que era su hija, no solo eso, poco tiempo después vi otra igual y pensé en que seguramente sería otra de las crías que se me escaparon.


Otra anécdota que se me vino a la mente hace rato y que ayudó a acrecentar mi temor fue hace poco: mi madre y mi hermana partieron a Guanajuato a ver cosas sobre la universidad de mi hermana, me dejaron solo alrededor de una semana, y en uno de esos días vi una tarántula, de las normales, que maté, y al día siguiente volví a ver otra, en mi casa. Me di cuenta que encontrarme con tarántulas no necesariamente requiere de lapsos largos de tiempo, puede haber 2 corridas, puede haber ahora mismo otra en mi cuarto, y creo que es mi deber hacer una pequeña búsqueda si quiero dormir más tranquilo.


El título de este post viene de hace años, cuando era niño y Pokemon estaba de moda, jugaba con un amigo que antes vivía al lado de mi casa a salir por la colonia a por Pokemóns, que eran animales e insectos de la vida real: Meowth, Butterfly, Catterpie, etc. A la tarántula la nombramos Taratis, que después pasaría a ser Tarántulis, pero a mí siempre me gustó más la primera forma.


Ni siquiera tengo ganas de dormir hoy, es posible que haya alguna otra por ahí, y pude comprobar que las tarántulas no son de esos animales que cuando encuentran un lugar quieto permanecen horas ahí, no, las tarántulas también se mueven de un lado a otro, trepan, caminan.

Y lo que más me atemoriza y me frustra es que el matarla no fue un adiós, sino un...
















...hasta pronto!