miércoles, 20 de enero de 2010

El Juego

La Vida es un juego, y lo peor que puede hacer uno es tomárselo en serio.
La Vida no es un juego, es algo que debe tomarse muy en serio.

La Vida es un juego, un juego que tiene que jugarse muy en serio.
La Vida no es un juego, pero tampoco hay que tomárselo tan en serio.


"Juego y Seriedad", dos palabras que cobran un significado opuesto, jugando seriamente a formar la verdad. Combinándose en todas las formas que se pueden para formar esos enunciados, que van desde lo congruente hasta lo que parece desatinado e insensato; pasando por matices que combinan locura con claridad.

Y sin embargo, todos los enunciados son ciertos.

¿Cuántos enunciados identificaste con los que estuviste de acuerdo? Si eres de las personas que desde la primera vez que leyó estos dos antónimos convino en que todos eran ciertos, una de dos: o eres alguien muy listo y con una buena visión, o eres alguien sin rumbo alguno y que debería ser atentido inmediatamente.

"¡Basta de confusiones! ¿Por qué afirmas contrarios y dices que son verdad?, ¿es que no puedes escribir algo serio y ahora juegas con nosotros, queriendo alardear de algún conocimiento incomprensible?"

No es así, yo no soy Dios.

En mi universo, paradojas de este tipo son de los más frecuentes, pero únicas, brillantes y verdaderas como las estrellas del cielo. Sin embargo, son los conceptos cotidianos y bifacéticos los que encubren de imposible a este hecho tan importante y vital.

Nosotros conocemos como "Juego" a dos cosas: un juego en sí, que involucra el desempeño de competencias, con un rumbo enmarcado por unas ciertas reglas; y algo sin relevancia, carente de sentido y con la función de hacernos perder el tiempo. La primera hace referencia a 'jugar' y la segunda a 'tomárselo a juego'.

También conocemos como "Seriedad" a... dos cosas: al hecho de priorizar algo, otorgándole preocupaciones y atenciones, con el fin de estar pendiente de su progreso; y al hecho de mostrarse afectado, frío y muy preocupado por resolver una cuestión. Una es otorgar relevancia y otra es dejarse afectar.

En mi universo solo las primeras definiciones son las que deben tomarse en cuenta, puesto que las segundas no son más que la expresión débil de quien no pudo comprender EL concepto (el primer concepto): son una caricatura de las primeras, un mal síntoma de la comprensión de la idea.

Leamos las segundas, pero no para asimilarlas, sino para admirar su falsedad, para ver qué tan involucrados estamos con ellas y medir el trabajo que tenemos que realizar para desvincularnos y alejarnos de ellas.

Centremos nuestra atención a las segundas, intentemos comprenderlas y calibremos la distancia que nos separa de esas estrellas, porque a partir de ahora, son estas definiciones con las que vamos a tratar.


Voy a ampliar el concepto de juego sepas a lo que me estoy refiriendo; esto es, el juego en mi universo:

Un juego es un modelo de la realidad a pequeña escala, una representación de la realidad mediante alguna de sus facetas. Piensa en "El Juego" como la realidad, la realidad de la vida y la existencia mismas, ¡sí, así como lo dije! u.u

Expuesta ya la relación homóloga que hay entre el luego y la realidad, queda aclarar que la mecánica del juego es la misma que la de la realidad, y viceversa, y que si no entiendes alguna parte del juego o la realidad, únicamente tienes que buscar su correspondencia en el otro concepto; esto es porque casi la totalidad de las personas tienen inferido que la vida y el juego son cosas separadas, y por tanto, poseen conceptos, visiones y conocimientos diferentes de cada uno; lo que propongo yo es que al no entender el concepto de uno, busques la respuesta en el concepto del otro, porque allí es donde la encontrarás.

El Juego es un área dinámica de existencia, enmarcada con unas reglas. Es un juego de rol, SIEMPRE; ya sea que el rol sea el elemento clave o no, siempre habrá un rol que hay que comprender.

Vamos a comparar al Juego primero como una actividad física: fútbol, quemados o... ¡un zafarrancho todos contra todos!

Para quienes no lo sepan, el zafarrancho es un juego en el que todos se empiezan a agarrar a putazos, patadas y arrastradas con el prójimo, sin ningún motivo y sin un fin otro que el de hacerlo.

También se entiende por zafarrancho a una riña o un pleito.

Imaginemos entonces un patio o un campo para tal actividad; convencionalmente puede ser cuadrado o rectangular, pero puedes darle la forma que quieras. ¿Sus límites? Su marco son las reglas. Todo juego se compone de reglas; estas reglas no tienen necesariamente que ser las reglas de la vida, pueden ser cualquier reglas arbitrarias que se le ocurra al creador del juego. Esas reglas son leyes que te dicen qué puedes hacer y qué no puedes hacer. Fuera de esas reglas, está permitido hacer todo lo demás.

Hasta aquí se hace necesario numerar los componentes de un juego:


  1. Área de juego

  2. Reglas del juego

  3. Jugadores



El área de juego quedamos en que es el campo de juego, aquel lugar en el que se desarrolla la acción.

Las reglas, son leyes, mandamientos que se han de cumplir siempre que se quiera realizar un juego válido; dicen lo que podemos hacer y lo que no podemos hacer. Y aquí es donde se distinguen las personas por su inteligencia: las que no poseen una inteligencia y creatividad muy desarrolladas, se sentirán aprisionadas por las reglas, sentirán que las reglas son el motivo por el que no pueden hacer determinadas cosas; las más inteligentes y creativas son las que usarán las leyes como un instrumento para lograr sus objetivos.

Así como una pintura tiene un marco que define sus lados y sus bordes, así las reglas del juego definen los límites y la mecánica de éste.

Los jugadores, ¿quiénes son?

A primera vista uno se podría decir con asertividad: "¡Los jugadores somos nosotros, las personas!". Y aquí viene la parte peligrosa de la situación: No.

Un jugador es aquella persona que ha decidido involucrarse en el juego, ha aceptado sus reglas y se ha puesto en la cancha. Los demás, son espectadores.

Estoy definiendo el juego, y los espectadores no forman parte de él, así como tampoco forman parte de la vida. De hecho, podemos decir que los espectadores son una forma de entropía del universo.

Para quienes no lo sepan doy un repaso rápido: el universo actual posee algo que se llama "entropía", que es energía no utilizada, es decir, energía y recursos que se crean y se liberan, pero que no se usan, y aunque su origen parte de puntos fuertes, su fin no es otro que la casualidad y el azar. La tendencia del universo es eliminar la entropía; la evolución misma es un mecanismo natural del universo para eliminar la entropía mediante la selección natural. Un juego solo consiste en el luego mismo, los espectadores son mera entropía.

Así que cada vez que pienses en un juego, cualquiera, puede ser un juego de damas o la carrera de la vida y la inmortalidad, recuerda: tienes dos opciones: ser un jugador, o ser un espectador, ser entropía.

Otra vez:


  1. Área de juego.

  2. Reglas del juego

  3. Jugadores



Área del juego: el campo de juego. Aquí me ahorré varios párrafos, porque ya hice la comparación con algún deporte, pero pensaba hacer la comparación con un juego de mesa. Para la comparación con un juego de mesa, en lugar de imaginar un espacio grande con forma de cancha, imagina un tablero de X por X centímetros: ajedrez, monopoly, turista, cashflow.

También puedes imaginar espacios virtuales, que no son más que las redes sociales de la Web 2.0: comunidades de foros, flogs, YR!, Digg, etc.

Algo que no he dicho sobre las reglas del juego, es que se dividen en dos: las reglas del juego que se establecen por defecto, y las reglas que crea la comunidad.

Cuando ingresas en una comunidad de foros, en un juego de mesa o algún deporte, además de las reglas formales que se decidieron por convención, están las reglas individuales de cada comunidad. Al entrar en un juego estás aceptando ambas reglas. Cuando entras en un foro no bastan las reglas de Netiqueta ni las que aparecen en disclaimer que tan detenidamente lees antes de darle "Acepto las condiciones" y "Registrarse". Estás aceptando que van a haber cosas que están mal vistas por la comunidad, y que, si las haces, serás igual de mal visto a pesar de que seas una persona progresista.

Pondré unos ejemplos para dejar más en claro las cosas:

En Menéame.net para ser aceptado tienes que alabar el Software Libre, criticar a Windows, te tienen que parecer graciosas todas las viñetas de Forges, darle voto positivo a todas las noticias de "El Jueves" aunque no tengan de bueno ni el título, criticar a los gobiernos y a la administración Bush y un largo etcétera.

En Wikipedia tus artículos deben tener un texto de calidad muy formal (en el caso de los matemáticos, dejar ecuaciones de lo más completas para definir cualquier cosa), no importa si un texto de 2 renglones lo explica mejor que uno de 5 párrados: si el texto de 2 renglones habla de "tú" debe ser borrado. Los bibliotecarios son quienes controlan la enciclopedia y los que hacen de árbitos en el partido, su autoridad es incuestionable: si te llevas bien con ellos y publicas como ellos, te irá bien, si le llevas la contraria a uno, prepárate para que tus artículos y correcciones sean borrados.

En una comunidad de videojuegos de rol (esto demuestra lo específico que puede llegar a ser, porque no se aplica con juegos de acción) te tiene que excitar el manga, los dibujos japoneses, las fotos de mujeres en tanga y has de apedrear a cualquiera que muestre algún conocimiento y lo quiera poner en marcha.

En un salón de clases debes adquirir valor, la forma en que te desempeñes como estudiante puede ser cualquiera que no implique que te lleves bien con los maestros y que éstos te tengan confianza y preferencia, estar entre un grupo de amigos socialmente válido; para los hombres es casi indispensable jugar fútbol y para las mujeres lo es el ser pretendida por varios chicos.

En México la ley es medianamente buena comparada con los otros países.


Como dije antes, son solo ejemplos específicos de reglas que la comunidad misma es la que se encarga de crear, pero no en todos los sitios tiene por qué ser así, ya que en diferentes entornos de juego la comunidad se ve influenciada por diferentes factores que alteran su modus. Así, en la Wikipedia inglesa no se cumplen muchas reglas que sí se cumplen en la wikipedia española; en Digg los temas a publicarse no son los mismos que en Menéame; en Barrapunto si no te llamas 'rvr' o 'Candyman' puedes olvidarte de tener existencia en ese lugar; en un salón de clases de México hay muchos weyes y pendejos, en Argentina hay pendejos que suelen tener sexo. En México puedes infringir la ley pero saber que debes usar guantes de Látex y contar con un buen abogado pueden hacer que seas la víctima y conseguir una indemnización parte de la familia de la persona a quien violaste o robaste.


Por último los jugadores: tú decides si quieres ser uno de ellos, y entonces entras a la cancha limpio y sin sudor donde todos están agitados y calurosos (o en el caso del monopoly, entras desde cero cuando varios tienen compradas varias franquicias); o puedes no entrar y no habrá nadie que te esté suplicando para que lo hagas (quien te suplique seguramente será porque tampoco juega).


Hay un fenómeno a tener se en cuenta, porque explica muchas situaciones: el evento que se da cuanto la entropía choca con un sistema estable, cuando alguien de las gradas baja a correr desnudo en la cancha: infringe las leyes y es perseguido. Podemos equiparar al gordo que sale a correr desnudo con un violador: entra a la cancha, plasma sus ilusiones sin méritos aunque vayan contra toda regla, y tiene varios vigilantes persiguiéndolo para capturarlo y ponerlo en algún lugar en donde no haga eso. El "Factor Estúpido".

De la misma forma, hay jugadores mejores que otros; son quienes han conseguido desmarcarse del resto haciéndose mejores en tal juego, naturalizando el partido y armonizándose con la vida, otros que hacen un "bulto estable" (gente común dentro del juego pero que juega acorde a las normas y de una forma ordenada) y los que intentan.


La Vida es un juego, y lo peor que puede hacer uno es tomárselo en serio.

La vida en sí es el juego que se compone de muchos juegos: un casino. Debes decidir a cuál de todos los juegos te quieres meter y ser lo más bueno que puedas. O también puedes ser un acompañante, o alguien que vaya a ve si encuentra centavos que la gente deje tirados, o a pararte en una esquina, ¡porque hasta comprar un trago es considerado parte del juego!

Tomártelo en serio quiere decir "que te dejes afectar por ello".

Déjame decirte algo que he descubierto: las personas somos materia prima para ese juego, pero NO SOMOS RESULTADOS. ¿Qué quiero decir? Si un jugador patea mal la pelota y la manda fuera, no quiere decir que el jugador sea un inútil, sino es su método el que no sirve. Si te batea una chica, o no te aceptan en un trabajo o en un club, no es porque tú como organismo seas defectuoso, sino que no estás aplicando el método incorrecto, y cambiando ese método, cambiarás el rumbo que tomes dentro de determinado juego.

Si te tomas muy apecho cada cosa que te pase, y atribuyes tus fracasos a ti y en lugar de a tu método, terminarás fuera.


La Vida no es un juego, es algo que debe tomarse muy en serio.

Aquí seguimos jugando con las palabras: mezcla de la definición verdadera y mezcla de la definición débil que tienen algunas personas.

Cuando escribo que "La Vida no es un juego", no me refiero a la mecánica de "El Juego" que estuve explicando, sino al juego débil que todos se toman a la ligera, el que es sinónimo de "pérdida de tiempo" y del que debemos alejarnos.

Y la seriedad de la que hablo, es el hecho de que todos nos aferremos a las leyes de cada juego y que, una vez que entremos a la cancha, sea porque queremos ser los mejores y no porque queremos entretenernos para matar un rato de ocio y luego seguir con otra cosa.

La Vida es un juego, un juego que tiene que jugarse muy en serio.

"El Juego" y la Seriedad de los campeones.


La Vida no es un juego, pero tampoco hay que tomárselo tan en serio.

Como dije antes, los cuatro enunciados que he postulado son todos ciertos; éste es una prueba que, de dar positivo, estaríamos hablando de el peor de los perdedores: aquel que se toma todos los juegos como un momento de ocio puro, frivolidad y entretenimiento, y que aún así, cuando recibe un factor negativo por parte de alguien, se lo toma muy apecho atribuyendo problemas a personas en lugar de faltas de práctica a técnicas.


Siempre, en cualquier oportunidad que tengas, fíjate en los campeones de cada juego: los inversionistas más ricos, los boxeadores más hábiles, los seductores con un gran número de mujeres a su disposición, los políticos más agresivos y peligrosos, los dueños de empresas multinacionales; busca discursos suyos escritos o vídeos por internet. En algún momento los oirás decir que "es como un juego", y los oirás hablar cosas sobre "caer y levantarse", "aprender de los errores", "la competencia" y la diversión y satisfacción que ello brinda.


Siempre que alguien me deja admirado, con los ojos a cuadros, perplejo o cualquier reacción que no pude controlar me digo a mí mismo que ese alguien es alguien que está jugando muy bien un juego. ¿Qué juego? Eso a veces lo sé y a veces no.

Esto me sirve para eliminar sentimientos de odio, rencor, celos, envidia, coraje, frustración, etc en unos pocos segundos. Esos sentimientos son indicadores de que no estás jugando bien el partido, y recuerdo que la culpa no es mía, sino de mis métodos.


Poniendo un ejemplo rápido, claro, simple y muy muy cotidiano, es el de estar en público escuchando a alguien y dar una opción, por ejemplo, cuando en un salón de clases el maestro está explicando algo que cada vez entiendes menos o cuando en una conferencia de trabajo están explicando un nuevo método que te parece muy bueno para ti, pero que te da pena hacer una pregunta que seguro tiene una respuesta muy obvia, aunque tú tienes tus dudas. Finalmente, te animas.


* Ecuación X + X = 3 + 4 - 6 + Y *

Levantas la mano en medio de todos, la mantienes levantada hasta que el que esté hablando te vea y "te de permiso" para que hables, luego te acomodas derecho y apenas moviendo sólo los labios le preguntas:

Tú: Disculpe, tengo una duda:
Profe: Sí, ¿cuál es?
Tú: ¿la Y no debería ir en el lado izquierdo, donde están las X, porque es una variable y no una constante?
Profe: No, porque como les acabo de decir hace 2 minutos, estamos tratando de despejar X y usamos Y para encontrar su valor.
Tú: ...aaahhh....
Profe: (interrumpiendo tu salida de aire con voz), sí, porque aquí tienes la X y la Y con varios números (explica todas las líneas otra vez).

Seguro terminas inseguro, nervioso y con la firma decisión de no volver a preguntar nada para no armar tremendo escándalo.

Dependiendo precisamente de las reglas de cada comunidad es la reacción externa de los demás (aunque la interna suele ser la misma siempre): si estás en una secundaria ordinaria los demás te seguirán la burla al unísono: "¡AAAHHHHHHH!.....", o si estás en una facultad con estudiantes menos simiescos, "te respetarán tu pregunta" "porque es válida y es bueno que nadie se quede con dudas", aunque en el fondo te bajarán puntos por no haber entendido algo que a ellos les ha parecido claro.

También pudo ocurrir lo siguiente:

* Ecuación X + X = 3 + 4 - 6 + Y *


Al igual que en la selva, sobrevive
el más fuerte y con más habilidad.

El profesor está hablando y va a hacer otro renglón de despeje más. Tú lo interrumpes haciendo algo con el cuerpo, ya sea acusando a la Y como si hubiera acabado de matar a alguien, o apuntándola con la mano formando una pistolita, o pasándote la palma de una mano por atrás de la cabeza, y otros movimientos corporales:

Tú: ¿La Y no va con las variables, o qué hace en medio de los números? >:-(
Profe: No, porque como les acabo de decir hace 2 minutos, estamos tratando de despejar X y usamos Y para encontrar su valor.
Tú: ¡ah sísísí...!

Y vuelves la mirada a tu libreta a terminar de copiar (si eres de esos ilusos que todavía copian pff jajajaja!)

Profe: (no te interrumpe porque la forma animosa y rápida en que lo dijiste fue más rápida que él), sí, porque aquí tienes la X y la Y con varios números...

Tú: (lo vuelves a interrumpir) sísí, ya le entendí, siga expliando...

Y el maestro seguirá. Los demás alumnos, aunque ya hayan comprendido esa parte y les parezca muy obvia tu duda, no pensarán mal de ti ni te verán como "el que no entendió", todo lo contrario, ese tipo de interacciones rápidas hace que se sientan un poco más vivos y pongan más atención, les da la impresión de que no hay tiempo que perder, y si se llegan a reír por las formas descaradas en que interrumpes al maestro, no será de ti, sino contigo.


Hay una diferencia entre un buen juego y un mal juego, aún cuando en ambos se acaten las reglas. De eso va la habilidad de cada uno.

Justamente, mientras escribía el ejemplo anterior, oí una voz media cómica, que decía: "¡Bué-nas!"

Era alguien llamando a mi puerta, era un sujeto, la voz se oía como un payaso cuando está contando un chiste: "¡Bué-nas!....... ¡Bué-nas!"

Yo me pregunté: "¿pero cómo diablos alguien habla así?, ¿no se oirá?, ¿no se da cuenta de que habla como menso?..."

Mientras me paraba del ordenador y lo vi que no tenía cargamentos ni nada para vender, y que por su apariencia de marginado seguro no tenía un peso, me dije:

"...Seguro es uno de esos que conocieron a Cristo y vienen a pedir dinero para un centro de rehabilitación, o alguno de esos centroamericanos que se cayeron del tren cuando iban de mojado para Estados Unidos y ahora vienen a pedir dinero... de igual forma le voy a decir que no... ¡para qué habla así!".

Abro la puerta y me dice con la misma voz de payaso imitando a no sé quién:

-Buena' vo' chaval mira que venimos de Honduras y no sé qué y andamo' pidiendo dinero pa' un taco

>:-(

Bueno la carita no viene mucho al caso, en realidad andaba conteniéndome porque me le quería cagar de risa en la cara por hablar así. A veces pienso que hacen ese tono de voz tan zorro y feo para que digamos "uhh mira el Hondureño/Guatemalteco/[...] habla raro, viene de muy lejos, hay que ayudar al viajero solitario, sufre mucho". Así que solo lo dejé que terminara de hablar y le dije:

-No hay.

Meneando la cabeza y dándole a entender que siguiera su camino, porque no estaba dispuesto a negociar.

Otros vienen de alguna organización sin financiamiento a venderme dulces o cosas baratas para ayudarlos, pero juegan tan bien que, puede que les diga "No" o puede que vaya a buscar unos pesos de sobra incluso en mi cartera, pero en ambos casos medito un poco y lo pienso bien antes de darles una respuesta, y cuando me meto de nuevo no lo hago de forma indiferente.


Para no hacerla más larga

O_O

diré que la vida es un casino, lleno de competencias. Meterte a cualquier juego, muy difícil o muy común, implica aceptar las reglas generales y las reglas de la comunidad; las únicas armas que tienes son tu creatividad y tu inteligencia. Las alianzas que formes, los bandos a los que te unas o los seguidores que tengas dependerán de tu habilidad.

¿Mi consejo personal?

Métete a las competencias. Alguas son muy buenas, otras... no.

Si te va mal en una competencia hay dos posibilidades, y no te animes a descartar una sin antes haber lo pensado muy, muy bien: o no es para ti, o lo estás haciendo mal. A veces nos es más reconfortable creer en una opción y comenzamos a inventar excusas para justificarla.

Un mismo tema puede tener varias competencias.

Yo, entre tantas cosas, soy informático, y me gusta mucho la programación. Sin embargo, no es lo mismo estar en la Olimpiada Mexicana de Informática, aunque sea a nivel Nacional, a que leer en un foro a un tipo que hizo un alboroto en Internet por decodificar el DRM del HD-DVD. Ambas son competencias de programación, pero no tiene el mismo mérito ganar medalla en la OMI que vérselas con programadores de verdad.

lunes, 11 de enero de 2010

¡Hace frío!

Hace mucho frío.

Estamos a Lunes 11 de enero del 2010, comenzando el día a la 1:22 am. Escribo demasiado lento porque el frío hace que los movimientos de mis dedos sean unas 3 veces menos veloces de lo que son; con esta velocidad y destreza me da tiempo de pensar en la ubicación de cada letra antes de teclearla, y no, cuando uno ya sabe escribir rápido y sin mirar el teclado no piensa en la ubicación de cada letra, es automático, es tan absurdo como que un corredor se proponga pensar en sus pies y en cada uno de sus pasos durante una competencia olímpica.

Más aún, mientras escribo esto voy leyéndolo en mi mente y, con esta velocidad, la lectura va al ritmo de un chico con bajo IQ que está aprendiendo a coordinar su habla.

Tengo puesto un suéter, cosa muy rara por cierto. Ha estado haciendo frío desde hace un par de meses, pero ha empeorado mucho en estos últimos días. Aquí está nublado todo el día, con lluvias intermitentes que aparecen despacito, luego recio, luego se quitan, luego despacito, y alternan varios tipos de lluvia que despliegan toda una dinámica de gotitas a diferentes ritmos a lo largo del día... y la noche.

Sin embargo, prefiero estos días de mucho frío a los de inmenso calor que azotan mi tierra la mayor parte del año.

Veracruz es una tierra con clima cálido húmedo: selvas húmedas y mucha vegetación, calor en verano y lluvias en invierno. Sin embargo, con el calentamiento global el clima se ha ido a los extremos con el paso de los años.

No recuerdo si ya comenté esto en otro diálogo, pero antes el clima era maravilloso:

Sol... pero no tanto. Quemaba pero ni a un nivel dañino como ahora, ni hacía sudar tanto.
Lluvias... inspiradoras. Escribí varios fragmentos de un libro e inventé historias inspirado por las lluvias que caían frente a mi casa.

Las lluvias y el sol intercalábanse a pasos favorablemente cambiantes. Hacía un sol que no provocaba mucho sudor y la lluvia llegaba a visitarnos varios días para marcharse y dar paso al sol.

Recuerdo que los primeros días de primaria y secundaria eran iniciados con lluvia: siempre el primer día de clases, por el 20 de agosto, era ir nuevamente a la escuela y con un día lluvioso. También los fines de año. Un fin de año era sinónimo de que el primero de enero habría suelo mojado, o cuando menos, húmedo.

Ahora los últimos años los hemos pasado con calor. Tengo que aclararlo, este fin de año en particular fue distinto, pues hubo un aire fresco rico del norte, pero no lluvias. Sin embargo los años anteriores pude notar que los 31's de diciembre y primeros de enero eran días soleados y calurosos. Paulatinamente desde que tengo memoria los inviernos se han hecho cada vez menos fríos y lluviosos, y los veranos se han hecho más prolongados y calientes.

El otoño no sé si contarlo. En algunos países es sinónimo de árboles anaranjados y desnutridos con suelos de tapiz de hojas, mientras que en otros son vientos fríos que anuncian el invierno. Aquí no estoy muy seguro pero creo que es una estación que se funde con el verano: no hay diferencia alguna: si en verano hace calor, en otoño lo hará también.

Las cosas están tan mal que el verano pasado (o quizá otoño, no recuerdo la fecha) hacía tanto calor que encendí el ventilador como es lógico, pero después de soplarme, percibí que la mitad de la cara donde soplaba el ventilador (porque me sopla de lado, ya que en frente tengo al monitor) estaba seca, sin embargo de la mitad donde no me soplaba ¡seguía corriendo sudor y el calor era más latente!

El calor de verano de acá OBLIGA a quien sea a tomar agua fría o mínimamente fresca si quiere sentirse a gusto, y es que el agua "al tiempo" suele estar un poco cálida. A menos que uno no tenga un ventilador fijo a la cara o aire acondicionado, bastan VEINTE SEGUNDOS O MENOS para comenzar a transpirar, y aclaro que todo lo que estoy narrando son situaciones a la sombra; cuando se sale al sol las ropa quedará con humedad sí o sí.

El baño proporciona un alivio temporal, pero incluso después de bañarse ya se está comenzando a sudar. En mi casa es mejor bañarse con agua que sale de una llave en el patio de atrás, porque sale fresca (en realidad es temperatura normal, pero se siente fresca en esos días), ya que la de la regadera sale CALIENTE, ¡sí!, NO tibia, NO templada: CALIENTE al punto de que las veces en que me he atrevido a permanecer en ella, he terminado alejándome del chorro de agua con un un quejido rápido provocado por el agua tocando mi cuerpo, luego soplo partes de mi cuerpo para reponerme y trato de bañarme lo más rápido posible y ocupando la menor cantidad de agua. Si uno espera, a veces disminuye la temperatura a un punto más tolerable, pero otras hay que apurarse.

Un día de inmenso calor mi madre me sugirió que me fuera a bañar al patio de atrás porque el agua que venía de la llave salía más fresca y rica y le tomé la palabra para probar. Desde ese día hasta hoy me baño ahí, y es que el agua sale a una temperatura mejor que la de la regadera, no sé bien por qué. Debe ser porque la de la regadera viene de los tinacos de agua, que están arriba de mi casa, sometidos a los vientos u oleadas de calor del clima, mientras que la de la llave viene de un pozo manejado por un comité de agua de mi colonia, pasando por tuberías debajo de las casas y calles, no sé, pero en tiempos de calor está más fresca que la de la regadera (si es que a la de ahí se le puede llamar "fresca") y menos fría en tiempos de invierno.

El servicio de estado climatológico de Google destaca:

Click para ampliar!!!Click para ampliar!!!


Hay que tener en cuenta que Coatzacoalcos es la referencia más cercana hasta donde estoy, puede haber variaciones. Seguro en Coatza habrá llovizna, no lo sé pero suena coherente, sin embargo aquí no hay llovizna... pero la hubo hace una hora, ¡o quizá la hay, pero es de esa llovizna tan imperceptible que hay que estar viéndola con mucha luz o cayendo sobre un charco para ver el efecto! Los datos se ven muy exactos a como se siente ahora.

Personalmente, aunque tengo mucho frío, sostengo lo que le dije a mi madre el verano y que ella creyó que solo lo decía guiado por un sentimiento estacionario: prefiero MIL veces este clima frío a que el "calor de mierda" que hace aquí.

Voy a cubrir con sus sábanas a mis dos perritos y luego vuelvo para irme a dormir.

domingo, 10 de enero de 2010

Mis lentes

Estoy usando lentes nuevamente.

Ya es enero, pero hace cosa de unos meses, en noviembre creo, me saqué unos lentes.

La cuestión es que llevaba tiempo necesitándolos.

Cuando iba en sexto de primaria, recuerdo que comencé a experimentar mis primeros indicios de miopía. Tenía como 11 años, o 12 como mucho, y me sentaba en la parte de hasta atrás; no porque fuera tímido o algo así, sino que nos habían acomodado a los alumnos en base a cierto orden, solo recuerdo que era por el nivel de aplicación que llevábamos como estudiantes pero no recuerdo si hubo otro factor involucrado.

El caso es que, para cuando me di cuenta, no podía alcanzar a leer unos letreros en cartulinas que estaban pegados en los pizarrones. Supongo que eran de alguna exposición o algo por el estilo porque eran varias cartulinas que tenían mensajes, y nos tocaba copiarlos, sería tal vez alguna línea del tiempo.

Y alcé la vista, solo veía el fondo azul oscuro de la cartulina y letras borrosas, ¡no podía distinguir nada! Le pregunté a mi compañero Ramón, que se sentaba atrás de mí, en la parte de la esquina del mesabanco de la esquina, sobre lo que decía el papel:

-Oye, ¿qué dice ahí... en el primero?

Agudizó un poco su mirada, pero seguro era porque andaba ya copiando otra cartulina (y es que me quedé yo tratando de descifrarlo varios segundos). Comenzó a leerme con destreza el mensaje que decía, era de historia y traía una fecha. Al tiempo que él lo leía, yo volteaba a ver a la cartulina para ver si hacía concordar los JEROGLÍFICOS BORROSOS que estaba viendo, y sí, aunque seguí sin distinguir palabra o letra alguna, pude ver que las formas de las palabras se parecían a lo que él interpretaba.

Los siguientes días que iba a la escuela ya no podía alcanzar a leer bien las letras.

La miopía no pega así, de la noche a la mañana, sino gradualmente. Mi grado de miopía no era muy básico, y aunque tampoco era alarmante, deduzco que nadie podría empezar de un día para otro a padecer la miopía en el grado en que yo lo hice. Debe ser que no le había prestado atención a los objetos lejanos (no estoy muy convencido pero bueno) y para cuando me di cuenta ya era alguien 'con capacidades diferentes', creo que podríamos enunciarlo así.

Y es que la miopía me cambió totalmente la vida. Oquei, no es uno de esos cambios como los que de quedan sin piernas, ciegos o deformes, pero mi vida definitivamente no es normal.

Logré asimilarlo con fortaleza: tuve miedo, porque era un niño y no pensé que tan joven me fuera a caer un problema así, que yo atribuía "a los desafortunados", como quien pierde un diente y usa puente de por vida, o quien tiene rehumas y, aunque puede caminar, lleva en su mente precauciones que una persona normal NO debería llevar.

Una vez salí de clases de inglés (particulares) y pasaba por una calle, la calle 1. Era ya de tarde y el sol se estaba ocultando, aunque no se veía por las nubes que había.

Pasé viendo por todos lados, porque a mí me gusta mucho ver mi entorno: la gente, las calles, los árboles, las casas, el concreto y las maravillas naturales. Y fue donde los árboles donde me vino ese sentimiento de temor y frustración infantil: veía a los árboles borrosos, no eran para nada nítidos como lo que ve alguien sano, estos aunque se distinguían sin problemas de las otras cosas, presentaban un borde difuminado, el contorno era borroso.

Luego volteé a ver las otras cosas, el transformados que había, las casas, todo tenía sus bordes borrosos y sus colores con nitidez baja.

La miopía se ve afectada por el factor externo de la luz: a mayor luz, mejor clarividencia, y a menor luz, mayor borrosidad: en el día puedo distinguir lo que dicen los letreros de los microbúses (el Firefox me marca error en 'microbuses' sin acento, lo checaré luego si me acuerdo y si tengo ganas), autobuses, imágenes y personas sin muchos problemas, pero en la oscuridad todo se ve tan borroso, que las cosas tienen que estar cerca para que pueda entenderlas: una persona que esté a unos cien metros solo se distingue ante mí por su silueta borrosa: una mancha de color carne con otra de pelo arriba, otra mancha del color de su camisa/blusa, y así, solo veo espectros borrosos que se mueven.

Fue hasta primero de secundaria cuando tuve mis primeros lentes. Fuimos a una sucursal de Devlin, en Chedraui si mal no recuerdo, y fue ahí donde, después de un examen de visión, el doctor anunció que tenía miopía, por lo que no podía ver de lejos bien, y astigmatismo (deformidad en el ojo que impide una buena gestión de nuestra vista).

Los usé por un tiempo, en el que me vi y me vieron raro todos al principio pero luego hasta yo me acostumbré, al punto de tener los lentes puestos todo el día. Finalmente me los quité, creo que en el mismo primer año de secundaria. Razones: uno: ya estaban muy maltratados, con sus lentes rayados y las gomitas que van en la nariz rotas y lastimándome; dos: no me gustaba NI ME GUSTA verme con lentes u.u

Con la miopía viví y he aprendido a vivir. Como un ciego que se guía por el tacto, yo aprendí a reconocer el autobús que necesitaba distinguiendo la forma de la mancha borrosa que tenía su encabezado: su longitud, las partes donde había pedazos más gordos o más flacos, cosas que salían, y ya que era una masa borrosa lo que alcanzaba a distinguir, el hacer un descifrado directo era una pérdida de tiempo. Sin embargo el autobús tenía que estar cerca para hacerle la parada; a veces se me pasaba y me jodía.

Lo mismo con las personas: en la noche mi forma de distinguir a alguien a distancia es viendo su holística: la forma en que se mueve, los movimientos de los brazos, de su cara, su tonalidad de piel, su estilo de ropa, forma de caminar y un buen etcétera. Así distinguí a mi hermana una vez que venía desde muy lejos en mi dirección: solo veía una plasta de diferentes colores con forma humanoide moviéndose, pero por sus rasgos dudé: ¿será ella?; y cuando estuvo presente, me felicité.

No soy muy versátil moviéndome con miopía pero no me va tan mal, he aprendido a valerme sabiendo interpretar mejor mi entorno.

Sin embargo, algo que le vino a dar en la torre a todo fue otro mal que me aquejó en el ojo: ahora mi ojo derecho veía mal de cerca también, ¡y solo era el derecho!

No sé en qué momento ocurrió eso, porque yo estaba distraído. Distraído con mis pensamientos que siempre rondan mi cabeza ocupando mi mente y dándole sacudidas a mi cerebro, y porque hacía cosas como jugar, ver imágenes, leer textos rápidos, ver tele, charlar con personas. Esas cosas hacen que no se note mucho este padecimiento, no sé por qué pero no se siente cuando mis ojos enfocan un objeto de forma general.

Lo difícil vino a la hora de leer. Al principio yo lo atribuía a mi falta de lectura, porque en esos tiempos leía mucho de Internet pero poco de libros hechos de papel, llevaba meses sin tocar libro alguno. Supuse que eso había maleducado a mi vista y me hacía tener que esforzarme más para entender un texto y seguir en su línea.

Pero no. Después de intentar meterme en la lectura rigurosa, tanto en Internet como en el papel, me di cuenta de que me cansaba muy rápido, me venían sentimientos de frustración que no sabía exactamente de dónde provenían pero que yo adjudicaba a mi "pérdida de intelecto". También me lagrimeaban los ojos, se me irritaban un poco, y eso me hacía sentir más peor.

Hablamos de junio/julio del año pasado (estamos a inicios del 2010, se puede seguir considerando "medio año").

Y fue un poquito después que decidí hacerme un autotest, tapándome un ojo y luego otro, y leyendo con un solo ojo un texto de la Wikipedia. Resultados: el ojo derecho no servía para enfocar los objetos y tenía que ponerme a 20 centímetros o menos para poder leer con comodidad.

Traté de ver si era por estar mucho tiempo en la computadora o por no salir, pero no es eso, el mal lo debió ocasionar algo en específico que no sé qué es, porque si de hábitos se tratara, tendría echados a perder ambos ojos. Me puse a pensar en cosas como: "hay más puntos de luz de nuestro lado derecho: el led de la tele, el de la computadora, el del teléfono, el Bloq. Num de la computadora. Quizá un larga exposición", pero ese argumento no tardó mucho en caer.

Le comenté el problema a mi padre, fuimos a que me diagnostiquen en una óptica y... la verdad es que el resultado no lo recuerdo, pero en efecto, mi ojo derecho tenía un problema.

El problema creo que es el astigmatismo que hace que el enfoque se pierda tanto de lejos como de cerca. Y me compré unos lentes ahí mismo. Afortunadamente el problema de visión de lejos y de cerca que provoca el astigmatismo hace que solo se necesite un lente para corregir ambos fallos, y eso me evitó andar con un cristal en el izquierdo, y un bifocal en el derecho, con el otro cristalito para ver de cerca, haciendo una asimetría ridícula en el aspecto de mis lentes.

Hasta la fecha uso lentes, pero hasta la fecha me sigo valiendo de mis habilidades para reconocer cosas porque siguen sin gustarme. Solo los uso para leer aquí en la Pc, leer libros (leer más que nada) y de vez en cuando, ver tele. Para salir a pasear o a lo que sea, no solo no me los pongo, sino que ni los cargo.

¡DETESTO PONERME LENTES!

Prefiero seguir en esta visión a medias antes que usar mis gafasss!!

Y bueno, hay gente a la que le sientan bien los lentes, ¡pero yo me amo más cuando mis ojitos están bien descubiertos! ^^


Detalle de mis ojitos :)


¿Pupilentes? No gracias, no tengo tanto dinero (ni sé cuánto cuesten, bah!) y tampoco quiero estar poniéndomelos y cuidando que alguna lágrima o mal movimiento me los vaya a sacar, además el hecho de quitarlos y sacarlos no le hace muy bien a algunos ojos. Esa idea está más que descartada, por cuestión de gustos míos más que por practicidad.

Hilsen!