jueves, 29 de junio de 2006

Delirando con los comicios (Punch Painted)

En lo que concierne a las elecciones electorales que se avecinan para el próximo 2 de julio, escribiendo yo esto el 27 de junio, comento que hay veces en que se me vienen a la mente osadías tales como los fraudes electorales. Veamos algunos datos:

Los contendientes electorales son:

PRD: Andrés Manuel López Obrador
PAN: Felipe Calderón Hinojosa
PRI: Roberto Madrazo Pintado
PASC: Dora Patricia Mercado Castro
PANAL: Roberto Rafael Campa Cifrián.

Pero los que nos atañen son los tres primeros, pues son los tres gigantes que se pelean por la Silla (ojo: en este caso ‘pelean’ es el término más adecuado), y es que los dos últimos son sólo iniciados.

Bien, al principio de la contienda, las encuestas marcaban a Andrés Manuel López Obrador (AMLO) como el candidato con la mayor cantidad de intención de voto y, por lo tanto, altas probabilidades de conseguir la meta. Mas, recordemos que las encuestas, potentes armas electorales y de marketing, no tienen la capacidad de comentar cosas futuras sobre lo que pretenden informar, sino que reflejan el ámbito presente, el ‘ya’ de la materia que tratan.

Felipe Calderón, el abanderado del PAN quedaba en segundo lugar y con una ventana corta, pero peligrosa, con respecto a AMLO. Por último, Roberto Madrazo, queda en un definitivo tercer lugar sin probabilidades de aspirar a algo más alto.


En estos últimos días, las encuestas han tenido un giro en el que apuntan a Calderón como un rival que vaya que le pisa los talones a AMLO. Hay diversos servicios de encuestas, y cada una tiene su propia forma de operar, por lo que los resultados no son los mismos. Unas señalan a Calderón como el presunto ganador en los comicios, otras a AMLO (el pehe) y otras señalan una diferencia entre ambos de menos de un milímetro dentro de una gráfica.

De Roberto Madrazo se ha venido diciendo desde que comenzaron las campañas, que iba en un tercer lugar del que no pensaba salir, y es que son sumamente escasas las encuestas que lo señalan como victorioso, haciendo que yo me pregunte: ¿en qué se basan?

Mientras el pehe es la ola populista que mueve al pueblo, y Calderón el líder de los empresarios, Roberto Madrazo cuenta sólo con el voto duro de los priistas, pues, desde que inició su postulación para presidente de la república, no ha logrado mover los ánimos de los ciudadanos para que apunten a él; desde mi forma de argumentar las cosas, él tiene a su disposición a las personas que votan por el PRI sea cual sea su candidato, a eso llamo yo Voto Duro.

Sin embargo, mi mente recuerda a la política pasada, la que no llegué a conocer ni apreciar y de la cuál sólo tengo informes provenientes de labios y letras: el imperio del PRI. Aquellos tiempos en que, al identificarse la presencia de urnas con un poderío de votos amenazantes al PRI, éstas se conseguían a punta de armas y eran apresadas hasta que pasaban las elecciones.

Después viene el PRD, un partido que fue bien hablado hasta que llegó Cuahutemoc Cárdenas Solórzano, personaje político de quien no quiero especular por cuenta propia, pero muy malhablado entre la mayoría de los ciudadanos: se dice que fue quien vino a darle en la torre a aquel partido, y yo no tengo ninguna especie de resentimiento hacia él, simplemente expongo las ideas de él que he venido obteniendo a través del tiempo. Cuahutemoc se postuló para presidente en las pasadas elecciones del 2000, en la que ganó Vicente Fox Quesada, triunfador guerrero que logró acabar con el basto imperio priista en la presidencia; Cuahutemoc quedó, desde un principio, en tercer lugar, y si bien hay poca gente que quería que ganara, lo cierto es que no he sabido de nadie que haya tenido si quiera la intención de afirmar que él iba a ser el ganador, pues desde un principio él adquirió un tercer lugar entre los tres candidatos (a diferencia de los 5 de ahora) peor que el que ahora tiene Roberto Punch Painted.

Las malas lenguas auguraban noticias que a mis oídos vinieron a pedir la posada que les di, comentarios que apuntaban con el dedo meñique a Cuahutemoc como un presidenciable que únicamente lanzó su campaña para hacer un dinero que ni falta que le hacía. Se argumenta que vendió una cantidad considerable de votos para beneficio propio, tal y como lo había hecho en sus contiendas pasadas.

Quiero dejar en claro que a ese sujeto no le traigo ninguna mala voluntad, y que tampoco tengo una opinión segura de él, pues no hay hechos verdaderamente informativos y sustentados en pruebas que demuestren ello, no los tengo pero tampoco afirmo que no existan. Simplemente comento… comento.


Cuando las manecillas de mi reloj apuntan a direcciones aleatorias, es cuando se me vienen a la mente ideas de fraudes electorales, palabras que usé al principio del documento, y más específicamente: la idea de que Roberto Madrazo sea anunciado como virtual presidente de la república. Aquel candidato de los tres fuertes que lleva la baja, ganador de la Silla presidencial.

Imagino también el desconcierto de la gente, que niega rotundamente que él sea el ganador, imagino las malas movidas que su staff de campañas habrá hecho para coronarlo como Cabeza de México. También supongo varios intentos (por petición del país) de investigar bien cómo estuvieron los comicios, pero que para final de cuentas, sea por medio de la ineptitud o la corrupción, sea el priista quien quede finalmente como nuestro líder, recuperándose el PRI de lo que había perdido todo este tiempo.

Y es que para mí, Roberto Madrazo representa los 70 años de gobierno revolucionario que tuvo el PRI, aunque en sus spot aparente otra cosa.


Me enorgullece decir (como espero que a México le enorgullezca tener) que detrás de todo este escándalo existen personas preparadas para controlar este evento, gente calificada que sabe llevar el control de las cosas y mantener organizados los comicios.

Estoy hablando de

María de los Ángeles Fromow Rangel, fiscal especial para la Atención de Delitos Electorales de la PGR.




Esta chica resulta ser un verdadero pilar que no dudo muy útil será en las próximas elecciones, y es que, además de conocer bien su trabajo, refiriéndome a que sus movimientos no son improvisados sino calculados, tiene una visión de sí misma, de su puesto y conoce la realidad latente en lo que respecta a la comitiva electoral.

Defiendo que ella sabe confrontar la acción que su trabajo implica, pues sabe que tiene límites, pero conoce tales fronteras y las exprime; ella es, desde hace 5 años, la encargada de montar investigaciones que corresponden a crímenes electorales, pero lo importante no es lo que hace, sino cómo lo hace.

Actúa sobre la ley: no se compromete ni compromete a su equipo a especulaciones, sino que para saltar a aquel mar de tiburones, se lanza desde un trampolín, que no es más que una denuncia. Sin ánimo de comparar y haciendo sólo una analogía, me trae recuerdos del presidente Benito Juárez, cuya fuerza política era la ley y no movimientos a base de influencias. Ambos se caracterizan por actuar bajo la ley.

Y es que en ese sentido hay razón: no pueden señalar culpables ni comenzar una investigación sin una demanda, pues se exponen a un ridículo en caso de existir un malentendido.

La visión de esta mujer es un electorado que sirva de ojos para vigilar el crimen que atente contra ellos mismos: la FEPADE se anuncia como un escudo contra crímenes en los comicios, pero no pueden estar detrás de cada contrincante político vigilando cada uno de sus movimientos (necesitan basarse en una denuncia, ¿recuerdan?), por lo que nos recuerda que los ojos de la ley somos nosotros, pues la policía es el arma, pero somos nosotros los ciudadanos los que debemos alzar la voz y no callar.

Lo que se pretende es una ciudadanía que no calle ante la compra y coacción del voto, que son los crímenes manifiestos en estos tiempos modernos.

Admite que las cosas han ido mejorando en los procesos electorales con el pasar de los lustros pero aún queda mucho por hacer.

Son personas como ella las que me tranquilizan la conciencia y hacen que se esfumen mis alucinaciones paranoicas en las que Roberto Madrazo gana la presidencia.

Auto calificación de mi escrito: 7.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario