lunes, 11 de enero de 2010

¡Hace frío!

Hace mucho frío.

Estamos a Lunes 11 de enero del 2010, comenzando el día a la 1:22 am. Escribo demasiado lento porque el frío hace que los movimientos de mis dedos sean unas 3 veces menos veloces de lo que son; con esta velocidad y destreza me da tiempo de pensar en la ubicación de cada letra antes de teclearla, y no, cuando uno ya sabe escribir rápido y sin mirar el teclado no piensa en la ubicación de cada letra, es automático, es tan absurdo como que un corredor se proponga pensar en sus pies y en cada uno de sus pasos durante una competencia olímpica.

Más aún, mientras escribo esto voy leyéndolo en mi mente y, con esta velocidad, la lectura va al ritmo de un chico con bajo IQ que está aprendiendo a coordinar su habla.

Tengo puesto un suéter, cosa muy rara por cierto. Ha estado haciendo frío desde hace un par de meses, pero ha empeorado mucho en estos últimos días. Aquí está nublado todo el día, con lluvias intermitentes que aparecen despacito, luego recio, luego se quitan, luego despacito, y alternan varios tipos de lluvia que despliegan toda una dinámica de gotitas a diferentes ritmos a lo largo del día... y la noche.

Sin embargo, prefiero estos días de mucho frío a los de inmenso calor que azotan mi tierra la mayor parte del año.

Veracruz es una tierra con clima cálido húmedo: selvas húmedas y mucha vegetación, calor en verano y lluvias en invierno. Sin embargo, con el calentamiento global el clima se ha ido a los extremos con el paso de los años.

No recuerdo si ya comenté esto en otro diálogo, pero antes el clima era maravilloso:

Sol... pero no tanto. Quemaba pero ni a un nivel dañino como ahora, ni hacía sudar tanto.
Lluvias... inspiradoras. Escribí varios fragmentos de un libro e inventé historias inspirado por las lluvias que caían frente a mi casa.

Las lluvias y el sol intercalábanse a pasos favorablemente cambiantes. Hacía un sol que no provocaba mucho sudor y la lluvia llegaba a visitarnos varios días para marcharse y dar paso al sol.

Recuerdo que los primeros días de primaria y secundaria eran iniciados con lluvia: siempre el primer día de clases, por el 20 de agosto, era ir nuevamente a la escuela y con un día lluvioso. También los fines de año. Un fin de año era sinónimo de que el primero de enero habría suelo mojado, o cuando menos, húmedo.

Ahora los últimos años los hemos pasado con calor. Tengo que aclararlo, este fin de año en particular fue distinto, pues hubo un aire fresco rico del norte, pero no lluvias. Sin embargo los años anteriores pude notar que los 31's de diciembre y primeros de enero eran días soleados y calurosos. Paulatinamente desde que tengo memoria los inviernos se han hecho cada vez menos fríos y lluviosos, y los veranos se han hecho más prolongados y calientes.

El otoño no sé si contarlo. En algunos países es sinónimo de árboles anaranjados y desnutridos con suelos de tapiz de hojas, mientras que en otros son vientos fríos que anuncian el invierno. Aquí no estoy muy seguro pero creo que es una estación que se funde con el verano: no hay diferencia alguna: si en verano hace calor, en otoño lo hará también.

Las cosas están tan mal que el verano pasado (o quizá otoño, no recuerdo la fecha) hacía tanto calor que encendí el ventilador como es lógico, pero después de soplarme, percibí que la mitad de la cara donde soplaba el ventilador (porque me sopla de lado, ya que en frente tengo al monitor) estaba seca, sin embargo de la mitad donde no me soplaba ¡seguía corriendo sudor y el calor era más latente!

El calor de verano de acá OBLIGA a quien sea a tomar agua fría o mínimamente fresca si quiere sentirse a gusto, y es que el agua "al tiempo" suele estar un poco cálida. A menos que uno no tenga un ventilador fijo a la cara o aire acondicionado, bastan VEINTE SEGUNDOS O MENOS para comenzar a transpirar, y aclaro que todo lo que estoy narrando son situaciones a la sombra; cuando se sale al sol las ropa quedará con humedad sí o sí.

El baño proporciona un alivio temporal, pero incluso después de bañarse ya se está comenzando a sudar. En mi casa es mejor bañarse con agua que sale de una llave en el patio de atrás, porque sale fresca (en realidad es temperatura normal, pero se siente fresca en esos días), ya que la de la regadera sale CALIENTE, ¡sí!, NO tibia, NO templada: CALIENTE al punto de que las veces en que me he atrevido a permanecer en ella, he terminado alejándome del chorro de agua con un un quejido rápido provocado por el agua tocando mi cuerpo, luego soplo partes de mi cuerpo para reponerme y trato de bañarme lo más rápido posible y ocupando la menor cantidad de agua. Si uno espera, a veces disminuye la temperatura a un punto más tolerable, pero otras hay que apurarse.

Un día de inmenso calor mi madre me sugirió que me fuera a bañar al patio de atrás porque el agua que venía de la llave salía más fresca y rica y le tomé la palabra para probar. Desde ese día hasta hoy me baño ahí, y es que el agua sale a una temperatura mejor que la de la regadera, no sé bien por qué. Debe ser porque la de la regadera viene de los tinacos de agua, que están arriba de mi casa, sometidos a los vientos u oleadas de calor del clima, mientras que la de la llave viene de un pozo manejado por un comité de agua de mi colonia, pasando por tuberías debajo de las casas y calles, no sé, pero en tiempos de calor está más fresca que la de la regadera (si es que a la de ahí se le puede llamar "fresca") y menos fría en tiempos de invierno.

El servicio de estado climatológico de Google destaca:

Click para ampliar!!!Click para ampliar!!!


Hay que tener en cuenta que Coatzacoalcos es la referencia más cercana hasta donde estoy, puede haber variaciones. Seguro en Coatza habrá llovizna, no lo sé pero suena coherente, sin embargo aquí no hay llovizna... pero la hubo hace una hora, ¡o quizá la hay, pero es de esa llovizna tan imperceptible que hay que estar viéndola con mucha luz o cayendo sobre un charco para ver el efecto! Los datos se ven muy exactos a como se siente ahora.

Personalmente, aunque tengo mucho frío, sostengo lo que le dije a mi madre el verano y que ella creyó que solo lo decía guiado por un sentimiento estacionario: prefiero MIL veces este clima frío a que el "calor de mierda" que hace aquí.

Voy a cubrir con sus sábanas a mis dos perritos y luego vuelvo para irme a dormir.

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